Imagina lo que puede suponer un 1% de ahorro en todo aquello gestionado por máquinas. Imagina también que las máquinas se pueden comunicar y explicarnos en qué momento están y si funcionan correctamente o si pueden optimizar su funcionamiento para mejorar tu calidad de vida. Eso es el futuro: Industrial Internet. GE apuesta por el 1% y la transformación de la economía moderna en lo que ya se considera la tercera revolución de nuestra era.
Primero fue la Revolución Industrial que permitió gracias a la tecnología las economías de escala y la sustitución de personas por máquinas; luego la Revolución en Internet ha supuesto el acceso a la información y el poder de los ordenadores; y por último, Internet Industrial que a través de la comunicación entre máquinas y personas supondrá un cambio en los paradigmas económicos y sociales.
Tres elementos son la esencia de esta nueva revolución: Máquinas inteligentes
Análisis avanzados para entender como operan las máquinas
Gente que sea capaz de interpretar los datos para conseguir el 1%
Millones de datos se intercambiarán y en un entorno wifi cada pequeño objeto se transformará en una plataforma web.
Para el impulso de esta nueva revolución, General Electric se ha asociado con otros 4 grandes de la informática y de la, AT&T, Cisco, IBM et Intel, para formar un consorcio bautizado Internet Industriel Consortium (IIC). Su objetivo es identificar las exigencias en cuanto a normativas abiertas de interoperabilidad y definir arquitecturas comunes que permitan conectar con facilidad aparatos nómadas, personas, procesos y datos. En resumen, quieren construir las bases de las normativas futuras que protegerán el Internet de los Objetos (Internet of Things – IoT) en un futuro. “Al asociar objetos físicos con la potencia del ciberespacio, Internet Industrial cambiará definitivamente la forma que tienen las personas de interactuar con la tecnología”, afirma Penny Pritzker, Secretaria de Estado de Comercio de EE.UU.
Independientemente del aspecto normativo, el IIC también busca desarrollar las arquitecturas, las buenas prácticas, los juegos de test, las reglas de seguridad que rodearán al Internet Industrial. Organizará foros de diálogo y formaciones para promover estos nuevos conceptos.
Industrial Internet y la electricidad: HabiteQ
Imagina después de esto las posibilidades que ofrecerá el mundo en el que vivimos en la que la electricidad es una fuente de energía imprescindible para todas las pequeñas rutinas de nuestra vida. El entorno doméstico es susceptible de ser totalmente automatizado e inteligente. El sistema de automatización de GE HabiteQ es un claro ejemplo de cómo la comunicación entre aparatos y sistemas aumentará el confort y la eficiencia en nuestras vidas. HabiTEQ se puede programar con un ordenador personal, operar de forma automática o hacer que funcione en respuesta a los estímulos del medio ambiente. Por ejemplo, puede cambiar la temperatura en una habitación en respuesta a cambios en la temperatura exterior, hora del día o presencia humana. Esto permite un tipo de diálogo eficiente entre los subsistemas que es casi imposible de lograr con la tecnología convencional. Además, la mayoría de dispositivos HabiTEQ están equipados para medir el consumo de energía, permitiendo a los usuarios identificar nuevas oportunidades para reducir costes.
Industrial Internet y la iluminación: Gradilux
Consideremos por ejemplo la iluminación pública. Un país como España gasta alrededor de 830 millones de euros en iluminación. Según la Comisión Europea hay más de 90 millones de luminarias en Europa. En una ciudad típica, las instalaciones de iluminación funcionan cerca de 4000 horas por año. Esto representa la mayor parte del consumo energético de las ciudades y de su factura eléctrica. Si todos esos puntos de luz estuvieran equipados con sensores, controles y otro tipo de equipamiento para que se pudieran comunicar con sistemas centrales de gestión, entonces la intersección entre iluminación y industrial internet sería una realidad.