Entra en vigor la tercera fase de la implementación de la medida 1194/2012 de la Normativa ErP en cuanto a los requisitos Ecodiseño para los productos relacionados con la Energía de la Unión Europa. Con ella, se prohíbe a partir del 1 de septiembre de 2016, la puesta en el mercado lámparas halógenas (direccionales a tensión de red) hasta su total retirada del mercado en 2018.
Las lámparas halógenas tienen los días contados y es que, al igual que sucediera hace unos años con las bombillas incandescentes, la puesta en el mercado de estas lámparas se prohíbe en el mercado español a causa de la medida 1194/2012 de la normativa ErP, que la Unión Europea puso en marcha desde 1 de septiembre de 2016. El objetivo es promover la utilización de tecnologías de iluminación más eficientes, en concreto, el uso de lámparas LED.
En referencia a este hecho, Cristóbal Ripoll, director general de LEDVANCE LIGHTING, S.A.U, comenta que “era de esperar que este día llegara pues, dada las nuevas y revolucionarias tecnologías de iluminación con las que contamos en la actualidad, muchas halógenas han quedado obsoletos y son poco eficientes”. A lo que añade, “la sustitución de éstas por lámparas LED supondrá, tanto para los profesionales como para los usuarios finales, grandes beneficios y la solución ideal para las necesidades de ambos”.
Los fabricantes de iluminación más importantes a nivel mundial, entre los que se encuentra LEDVANCE, ya cuentan con un amplio portfolio de lámparas LED, idóneas para utilizar como alternativa de las aplicaciones que tradicionalmente venían ocupando.
las halógenas. Es tal el avance tecnológico, que LEDVANCE ha logrado cerrar el círculo fabricando en sus fábricas europeas unas lámparas LED en formato de cristal como con el que se fabricaban las halógenas tradicionales equivalentes. Varios modelos de casquillos, diferentes temperaturas de color, distintos ángulos de apertura… Éstas, y muchas más especificaciones técnicas, se han tenido en cuenta para facilitar la transición hacia el LED, a las que se añaden ventajas tan significativas como, según apunta Ripoll, “su bajo consumo y larga vida útil que proporcionan ahorro de hasta el 90%. Además sus pequeñas dimensiones, su eficacia energética y su larga duración, ofrecen multitud de posibilidades de aplicación”.
La sustitución de las lámparas halógenas por LEDs tiene bastante sentido desde la perspectiva del ahorro y la eficiencia energética. El consumo de las primeras es mucho más elevado, como se muestra en el siguiente cuadro comparativo de consumo entre ambas tecnologías.
Como muestra del compromiso de LEDVANCE ante esta reciente medida adoptada por la UE, el director general de la compañía declara que “en línea con nuestros principios, basados en la calidad y la innovación, y como empresa pionera en la tecnología de iluminación LED, apostamos con firmeza en informar, educar y acercar a los consumidores a estos productos. El resultado de este esfuerzo se traduce en que, más un 70% de nuestras ventas se deben a productos eficientemente energéticos”.
